Mudanza para San Rafael (Parte 6)

Parte VI
Pero, ¿cómo irnos para San Rafael, si seguíamos casi imposiblitados para hacer el viaje de traslado?. . Oramos a Dios para que él resolviera la situación. Ya la casa estaba comprada y era necesario que viajásemos lo mas rápido posible. Justo, en esos días nos visita la Hna. Cecilia Marti para decirnos que un pastor cubano, radicado en New York, USA, y pastor de una Iglesia grande en esa ciudad, estaba de visita en Buenos Aires. Este hno. era gerente de una empresa de productos plásticos y vino parta presentar sus productos para abrir un campo de ventas. Ella lo conoció un domingo en el culto de la Iglesia de Flores. Le habló sobre nosotros y nos concertó una entrevista con él en el Sheraton. Como mi esposa no pudo ir, Alba, la hija mayor fue conmigo. Cecilia misma nos llevó y fue hermoso el encuentro con este paisano. Nos invitó a almorzar y después subimos nuevamente a su habitación. Oramos juntos y al despedirnos, nos dijo: -Esperen, quiero darles algo. Metió sus manos en el bolsillo, sacó su billetera y me colocó dinero en el bolsillo de la camisa. Al salir a la calle, la curiosidad me picaba y cuando vi, glorificamos el nombre del Señor, porque la ofrenda parte los pasajes y traslado de toda la familia para trasladarnos a San Rafael de Mendoza. La otra parte del dinero para el traslado fue suplido por unos ahorros de una pequeña ayuda que recibíamos de un fondo misionero.
Es tremendo lo que Dios hace para suplir las necesidades de sus hijos cuando estos están encentrados dentro de Sus propósitos. Dios trajo de Estados Unidos la persona que iba a usar para pagarnos el pasaje de ida al lugar donde Dios queríamos que fuéramos.
Pero no todo queda ahí. En este punto de la historia, no teníamos plata para trasladar nuestras pertenencias, que, aunque pocas, pero no podíamos dejarlas atrás ya que las necesitábamos. Una tarde se aparece un hermano Pastor, no me acuerdo de qué Iglesia, para invitarme a predicar el domingo. Supuestamente el último domingo en Buenos Aires. Esa tarde les prediqué, les testifiqué y les conté que necesitábamos trasladar nuestras pertenencias para la Terminal de Retiro para enviarlas por tren. Cuanto me bajé de la plataforma se me acerca un hermano y me dice: Hno. Pastor, yo tengo un taxiflet, yo quiero llevarle sus cosas a la Terminal. Al otro día, lunes, temprano en la mañana el hermano estaba en la casa, subimos las pertenencias en el taxiflet y fuimos rumbo a la Terminal. Justo pudimos embarcarlas en el mismo tres en que íbamos a hacer el viaje. Quiere decir que la mudada fue con nosotros.
Cuando le pregunté al hermano en cuanto me salía el viaje me dijo: - Nada, esto es una ofrenda. Todo nos lo dio el Señor, “a pedir de boca”. La ofrenda que nos dieron esa tarde nos sirvió para los gastos del camino.

Hasta aquí la historia de los milagros que Dios hizo para hacer posible nuestro traslado a San Rafael, desde el mismo momento que Dios nos indicó el lugar, justo de trabajo para nosotros. De todo esto sacamos un lección, que lo mas importante no es nuestra capacidad para afrontar el desafío que Dios nos lanza, sino Su capacidad para colocar a nuestra disposición los recursos que necesitamos para hacer a Su obra. Cree y obedece que él te bendice y hace.
*A finales de la década del 80 la Argentina calló en una profunda secesión y una inflación descontrolada. El dólar se cotizaba