El escéptico y la fruta

En una de las tantas ocasiones en que los alumnos del Instituto Bíblico en los tiempos de ocio nos reuníamos a charlar, uno de ellos contaba un incidente que había tenido con un indibiduo que se decía escéptico. Contaba que este hombre que dudaba de la existencia de Dios, le discutía y decía que si Dios hubiera hecho todas las, cosas perfectas noi hubiera hecho grandes árboles con frutas pequeñas y sin embargo pequeños árboles, algunos rastreros, que producían frutas grandes.
Esa fué la ocasión para él contarle una anécdota que dejó, por lo menos, pensando a este hombre que nada quería saber de Dios.

La anécdota en cuentión dice así:

Había una vez un campesino que se tomó un descanso, despues de largas horas de trabajo se sentó debajo de una mata de cerezas a descansar. Mientras observaba a su alrededor, a un costado crecía una mata de melón, cuyos melones eran enormes de grandes y muy pesados. Mientras observaba, su mente comenzó a razonar y decía: "¡Qué cosa mas absurda, Dios ha hecho las cosas alrevés!.
Este árbol grande es es que debe producir frutas grandes como el melón, y estas plantas mas chicas son las que deberían de producir frutas pequeñas como la cereza.

En lo que hablaba, el viento movió las ramas del árbol, cae una cereza, y justo dió contra su cabeza. Esto le hizo reflexionar y se dijo: "Umm, si este melón tan grande hubiese estado arriba de mi, me hubiera partido la cabeza. Ahora entiendo, Dios hizo las, cosas bien.

Reflexión: El hombre sin Dios está presto para criticar a Dios porque no entiende su obra, sin embargo las cosas están hechas con sabiduría y con un propósito definido en el Universo.

"POR TANTO, AL REY DE LOS SIGLOS, INMORTAL, INVISIBLE, AL ÚNICO Y SABIO DIOS, SEA HONOR Y GLORIA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMÉN"