Anoche tuvimos es un reunión muy bendecida. Nos visitó un predicador que nos habló sobre cinco enseñanzas desprendidas de la vida de Noé. Dios habló a mi corazón. Como cuando se habla de Noé es imposible dejar de mencionar el arca, los animales y la lluvia, él concluyó con una ilustración que me motivó y me impactó. Es precisamente, esta ilustración que quiero compartir con ustedes también, ya que sé que les va a servir de bendición también.
El contaba lo siguiente:
“Dentro del arca había toda clase de animales, como sabemos dos parejas de cada especie. Allí estaba también la vaca y el cerdo.
El cerdo, se fijaba como Noé se acercaba a la vaquita y la elogiaba diciendo:
-- Vaquita, ¿cómo estas?. Te ves muy linda hoy. La leche estuvo riquísima. El queso y la mantequilla también. Eres muy buena.
El chancho, encelado, se acerca a la vaca y le dice:
-- ¿Por qué a ti siempre te están elogiando, y a mi, cada vez que me acerco a alguien me dicen: “Sal de aquí, chancho sucio, vete para tu lugar”. ¿Es que acaso de mi no sacan ricos chorizos, carne, chicharrones y otras cosas mas? Me puedes decir por qué no recibo ninguna palabra de elogio.
La vaca, paciente, pensativa, levantó la cabeza, y mirando al chancho le dice:
-- Quizás es, porque lo que yo doy, lo doy en vida.
Moraleja: No esperes a morir; tu vida de servicio es ahora.
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